En definitiva, no puedo tener un blog y no contarles sobre Karma. Es una maravillosa mascota golden retriever que está por cumplir 5 años. Nunca había tenido en la vida una mascota, nunca había conocido este tipo de amor y acompañamiento incondicional que me une a ella.
Tenemos una historia chistosa porque yo fui la que llegó a su vida, a su casa, a su espacio. Ella fue la que tuvo que compartir conmigo y si bien no me lo confirma en palabras, sin duda alguna, ¡nos amamos! Sólo nos costaron unos días en los que no nos pelamos mucho. Yo tuve que adaptarme a sus polvos mágicos (pelos) en todos lados, ¡¡¡mi ropa, el baño, cama, la cocina, la comida!!! Afortunadamente logramos educarla bien y sin dejar de hacer travesuras, es muy bien portada, eso sí, intensa… eso seguro lo aprendió de mí. Necia, muy necia, cuando quiere algo, se obsesiona con los juguetes nuevos o con cualquier situación que le llama la atención.
He de confesar que no soy la más amorosa ni apapachadora con ella, quien me conoce sabe que, en realidad con nadie, jajaja. Bueno sí, pero a mi forma y solo un ratito, la miel no es precisamente lo mío. Aun así, me hace las grandes fiestas cada que me ve. Recuerdo la primera vez que me vio llorar, se acercó y la quité diciéndole que no era el momento de jugar, se regresó a mí y solo recargó su cara en mis piernas… la abracé como si fuera peluche, no se movió para nada y ahí nos quedamos un rato. Eso de que los abrazos te reinician es muy real y de Karma he sentido lo más puro y sincero. Siento que ella me conoce de una forma distinta, a través de la energía, sí creo que detecta las emociones de cada situación. Las semanas de embarazo jamás fue brusca conmigo, normalmente me salta para saludarme y simplemente dejó de hacerlo.
Yo soy fan de las profundidades y enigmas humanos, pero con Karma he descubierto que, sin tener comunicación verbal, es en muchos sentidos más humana: es leal, no es rencorosa, no es sentida, es muy sincera, transparente. Me fascina ver cómo demuestra emociones e impulsos, descubrir sus instintos y lo inteligente que es.
Sin duda alguna es una bendición que llegó a mi vida en el momento justo para enseñarme otro tipo de amor hacia un ser vivo.
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