Hace unas semanas hice limpieza en mi librero y como escena de película, al mover unos libros de la maestría salió volando una hojita que decía Comunicación NO violenta y 4 pasos. Les voy a quedar a deber el autor porque no tengo ni idea, lo único que recuerdo es que tomé esa nota cuando un amigo terapeuta me explicaba que sí, sí es bueno y necesario “pelear” con tu pareja, las crisis nos ponen a prueba y normalmente sacan a relucir los ámbitos en los que nos falta trabajar.
Quiero compartirles estos pasos, porque considero sano saber “discutir” con el otro. No sólo con la pareja, también con nuestros papás, con los hermanos, los o las amigas que un día hacen o dicen cosas con las que nos sentimos heridos, con nuestros jefes, compañeros de trabajo, etc. Yo creo que no es tal cual pelear, es expresar. Y si están sumamente enojados y a punto de explotar, tómense unos minutos, ¡respiren! Pero regresen a hablar, siempre. Yo no me considero consejera sentimental ni mucho menos, pero si hay una regla en mi casa es que nunca dormimos enojados y así sea la madrugada, hablamos y lo arreglamos. Y si en ese momento no hay arreglo o hay cosas que meditar, al menos en la furia no dormimos… ¡Dormir es descansar nuestro cerebro, no ponerlo a trabajar más! Ojalá les sirvan de algo, ahí van:
Paso 1: Hablar de la emoción. Esto es decirle a la otra persona cómo nos sentimos, concretamente. “Me siento enojad@ / triste / frustrad@ / dolid@ / etc., etc.”. Previo a este punto es muy importante el autoconocimiento, porque no van a poder comunicar lo que sienten si no tienen ni idea de que les está pasando por dentro.
Paso 2: Algo llamado Observación Natural. Esto es describir lo que ustedes observan de la situación y suena tonto, pero recordemos que cada uno tiene su percepción de las cosas y lo más probable es que el otro no tenga idea de lo que sucede. Entonces si le agregamos al “me siento triste” un “lo que yo veo es que te pedí un favor y ni siquiera me respondiste ni volteaste a ver”, al menos dará luz al otro de saber qué pasa.
Paso 3: Identificar y exponer qué necesidad tengo que no se está cumpliendo. Siguiendo con el ejemplo, “lo que necesito es que me pongas atención cuando hablamos, me voltees a ver, me respondas si puedes hacerme el favor o busco otra solución”. Y yo digo que, si lo tienen claro, también agregar la necesidad más profunda, de atención, de valoración, de trabajar en equipo.
Paso 4: Petición. Una vez que decimos cómo nos sentimos, qué fue lo que sucedió para sentirnos así y qué es lo que necesitamos, no podemos esperar que por arte de magia el otro cambie, haga lo que esperamos, mágicamente adivine qué queremos. Entonces es pedir. Pedir lo que necesitan, lo que para la siguiente vez les gustaría y también exponer a qué es a lo que se comprometen.
Esto de las relaciones humanas es un misterio, todo es de ensayo y error. Sé que llegar a cumplir estos pasos en medio de una gran pelea no es sencillo, eso de respirar justo en ese momento, tampoco! Pero por lo que yo he descubierto, la clave es que si las dos personas quieren, se respetan y dan su 100 por encontrar la forma… lo logran! Entonces hasta discutir se vuelve crecimiento, se vuelve conocer al otro, se vuelve mostrar respeto, se vuelve ser vulnerables y percibir la vulnerabilidad del otro, se vuelve demostrar amor.
MRP*
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